Trucos para bajar de peso luego del embarazo

A la mayoría de las mujeres les cuesta perder peso luego de dar a luz debido a razones naturales. Si eres una de ellas, lo primero que debes tener en cuenta es que se trata de un fenómeno totalmente normal, es decir, no te desesperes porque no recuperas la figura que tenías anteriormente y ten paciencia que, si te esfuerzas, con el pasar del tiempo lograrás verte como si nunca hubieses estado embarazado. No obstante, antes de que pierdas la calma, en este artículo te enseñaremos distintos trucos para bajar de peso luego del parto.

Se trata de un proceso de pérdida de peso lento, por lo que se recomienda tener en cuenta que la recuperación del peso que se tenía antes del embarazo toma entre seis y doce meses. En general, las mujeres pierden la mitad del peso del bebé seis semanas después de haber dado a luz. Una vez que se han pasado esas seis semanas, se puede empezar a hacer dieta y ejercicio físico. No obstante, es muy importante que no te cuides con las comidas durante esas seis semanas puesto que durante ese período se amamanta, a la vez que el cuerpo se está recuperando del parto.

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Consejos para bajar de peso luego del embarazo

Como dijimos anteriormente, recuperar el peso normal luego del parto es un proceso lento. Sin embargo, hay ciertos trucos que te daremos a continuación para que puedas acelerar ese proceso y ver los resultados más rápido.

1. No te saltees comidas

Es muy importante que mantengas tus cinco comidas diarias: desayuno, almuerzo, cena y dos colaciones. Esto es muy importante porque si comes cada un par de horas, el metabolismo permanece activo y evita que te agarren los ataques de ansiedad en los que quieres devorarte todo. Además, comer cinco veces por día te ayuda a estar llena de energía para cuidar a tu bebé y a tener todos los nutrientes necesarios para amamantarlo. Eso sí, procura que las comidas sean sanas y estén compuestas principalmente por frutas, verduras, semillas y legumbres.

Además, recomendamos comer lentamente, masticando cada bocado con conciencia dado que muchas veces seguimos comiendo cuando ya nuestro cuerpo está satisfecho. De hecho, según las investigaciones científicas, al cerebro le toma media hora dar la señal de saciedad a todo el cuerpo, por eso debemos disfrutar de las comidas y comer lentamente y relajada.

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2. Descansa

Ya se sabe que con un niño recién nacido es muy difícil dormir. Sin embargo, debes tener en cuenta que, según un estudio de la Universidad de Stanford, el sueño ayuda a balancear las hormonas que causan apetito, evitando que te de hambre todo el tiempo. Así que, aunque sea difícil dormir porque el niño llora o porque estás preocupada por él, intenta dormir cuando puedas porque los beneficios de dormir bien son realmente fantásticos. Además, si duermes bien tienes más energía para cuidar a tu hijo.

3. Toma agua

Se recomienda tomar entre dos y tres litros de agua por día puesto que, según una investigación de la Revista de Endocrinología Clínica y Metabolismo, el agua ayuda a acelerar tu metabolismo, favoreciendo la quema de grasas. Además, si estás dando de mamar, es muy importante que te mantengas hidrata para poder producir leche materna.

Ahora, ten en cuenta que cuando decimos agua, nos referimos al agua solamente, no a ningún otro líquido. Intenta evitar los refrescos y los jugos porque estas bebidas están cargadas con azúcares y calorías, lo que te dificulta la pérdida de peso.

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4. Ejercicio físico

Si lo consultaste con tu médico y él te autorizó a hacer actividad física, se recomienda empezar haciendo 150 minutos semanales de ejercicio aeróbico de intensidad moderada. Es decir que debes dividir esos 150 minutos durante la semana (puedes hacer aproximadamente 20 minutos de ejercicio por día). Entre los deportes que puedes realizar se encuentran las caminatas a un ritmo liviano, el yoga o baile suave. Si sales a caminar, no tienes por qué dejar a tu hijo, puedes llevarlo de paseo en su cochecito. Poco a poco irás incorporando ejercicios de mayor intensidad.

5. Ten paciencia

Finalmente, lo más importante es no desesperarnos e intentar que los resultados lleguen rápidamente. El cuerpo es una máquina de la naturaleza y después del parto necesita tiempo para recuperarse. Por esta razón, ten expectativas realistas para no caer en la frustración.

La llegada del bebé cambia tu rutina pero si estás ansiosa por volver a tener la figura que tenías antes del embarazo, prueba con estos consejos.