Muchas personas que sufren de nervios los manifiestan mordiendo sus uñas como una forma de descargar aquella tensión nerviosa.
Así, existen una gran cantidad de problemas psicológicos que pueden generar hábitos y conductas no saludables para las personas.
Si eres de los que se muerden las uñas por ansiedad, nervios o costumbre, hoy te contaremos una historia.
Te aseguramos que luego de leer esta escalofriante historia ya no querrás masticar tus uñas.
Si estás preparado para leer esta historia y abandonar ese terrible hábito, continúa leyendo. ¡No podrás creer lo que sucedió!
Historia que te ayudará a entender los peligros de morderse las uñas
La historia que te contaremos hoy es la de John Gardener, un hombre inglés de años que solía morder sus uñas debido a que padecía distintos trastornos de ansiedad, estrés y nerviosismo.
Si bien en un principio todos creían que esto no tenía consecuencias, se terminó convirtiendo en una historia escalofriante.
Por eso es importante conocer la historia de John Gardener, para que más personas estén alertadas de los peligros.
La terrible historia de John Gardener
Cuando John Gardener tenía tan solo 10 meses, su madre observó que su cuerpo no estaba funcionado de forma correcta.
Así, decidió llevarlo al médico quien le diagnosticó diabetes infantil y John comenzó a necesitar dos dosis diarias de insulina.
El problema fue que la diabetes le generó nuevas enfermedades como problemas en el corazón y coronarias.
La diabetes, además, se fue agravando tanto que le generó úlceras y la posterior amputación ambas piernas en 2011.
En este escenario, los problemas nerviosos de John crecían cada vez más y sus problemas psicológicos se agravaron.
Fue luego de la amputación de piernas que John comenzó a morder sus uñas todos los días de manera obsesiva.
El hábito de John Gardener de morder sus uñas
Cuando John visitó a su médico, el Doctor Daniel Vernon, el mismo advirtió que el estado de sus uñas era deplorable. De hecho, ni siquiera tenía sensibilidad en los extremos de sus manos debido al hábito obsesivo que había adoptado.
Esto provocó varias internaciones a John ya que mordía sus uñas y, al no sentir dolor, se le generaban hemorragias.
No obstante, John seguía mordiendo sus uñas sin reparos, como una forma de descargar sus tensiones nerviosas.
Pero su historia se complicó cuando los dedos se le infectaron provocando septicemia que se extendió por todo su cuerpo.
En un principio los médicos le proveyeron antibióticos pero al no conseguir resultados favorables, se vieron en la obligación de amputar sus dedos para combatir la extendida infección.
Y no sólo eso, pues la septicemia le terminó provocando un paro cardíaco que lo llevó a una muerte joven.
Lección que debemos tomar de la historia de John Gardener
Esta historia es terrible pero de ella podemos extraer una enseñanza antes de que sea tarde.
Esto es así porque si bien puede parecer que el hábito de morder las uñas no daña la salud, en realidad si lo hace con sus daños colaterales como, en el caso de John, la septicemia que es una infección grave extendida por todo el organismo debido a la existencia de un foco infeccioso en una parte del cuerpo.
Así, morderse las uñas puede terminar en un desenlace fatal.
Por esta razón te pedimos que compartas esta historia con todos los que conoces.
Entre todos debemos buscar lograr concientización respecto a este terrible hábito de morderse las uñas.
Quizás extendiendo ésta fatal historia, más personas puedan cuidar de su salud como es debido.
Si te sientes identificado con el caso de John Gardener, visita a tu proveedor de la salud de inmediato.