La cesárea es una intervención quirúrgica por la cual se hace un corte en el abdomen para permitir el nacimiento.
Así, si bien ser madre conlleva muchas cosas positivas, también puede provocar cuestiones negativas como es un parto por cesárea.
Las mujeres que pasaron por esa situación sabrán de lo que estamos hablando cuando nos referimos a los problemas de esta intervención quirúrgica. Pero para quienes no han pasado por dicho proceso, hoy les enseñaremos tres verdades que seguramente no sabías sobre la cesárea.
Continúa leyendo para aprenderlo todo sobre este procedimiento quirúrgico recomendado solamente cuando el parto vaginal podría ser peligroso.
Las tres verdades sobre la cesárea que seguramente no conocías
La cesárea se caracteriza por cortar el abdomen y el útero de la madre para extraer con vida al niño.
No hay que confundir esto con la episiotomía que es el corte del periné durante el parto natural para facilitarlo.
La cesárea es un procedimiento que se realiza desde la antigüedad. De hecho, su nombre proviene de la Lex Caesarea dictada por el Emperador César, la cual establecía que si una mujer moría en el parto, se le debía realizar una intervención quirúrgica con la intención de salvar la vida al bebé.
Si bien muchas veces se suele presentar como una operación normal, la misma no es tan sencilla como parece.
Incluso, según la NOM-007 debería ser utilizada solamente en el 15% de los casos.
A continuación te enseñaremos cuáles son las tres verdades sobre la cesárea que no siempre se toman en cuenta.
Las mujeres que pasan por una cesárea son muy fuertes
La cesárea, como todas las intervenciones quirúrgicas, posee potenciales complicaciones.
Pero además de ello, no se le permite al padre o a otro familiar ingresar a la sala de parto.
Por esta razón, las mujeres se pueden sentir atemorizadas y solas puesto que nadie las acompaña.
Obviamente que luego del nacimiento del hijo todo es alegría.
Sin embargo, muchas mujeres no tienen en cuenta esto y elijen por ellas mismas el parto por cesárea.
Es importante entender que debe ser un recurso utilizado solamente en casos especiales.
No se puede saber cómo están las cosas hasta que la cesárea haya terminado
Como en cualquier operación, no se sabrá el estado de la madre hasta comprobar los efectos de la anestesia.
Pero no solamente eso, porque debido a que la anestesia que se da a la madre es epidural, ella permanece consiente y siente todos los movimientos que se realizan en su cuerpo aunque, por supuesto, no siente el dolor.
Para muchas mujeres este momento es muy traumático.
El post operatorio es muy doloroso
Luego de la operación, la sanación es muy dolorosa y se complica más porque se debe cuidar del niño.
Como podemos ver, la cesárea es una intervención quirúrgica que trae muchos riesgos.
A veces no puede evitarse y es necesaria para que la madre y el hijo sobrevivan.
Es decir, el nacimiento puede complicarse si se comprueba sufrimiento fetal o maternal, si hay distocia, si se trata de nacimientos múltiples, si la inducción del trabajo de parto fue fallida, si el bebé es demasiado grande, si la pelvis está contraída, si la placenta se encuentra en una posición muy baja o si el bebé se ha colocado en una mala posición para el nacimiento, entre otras.
Pero en los casos en que sí se puede evitar, es recomendable decidirse por el parto natural.
Sea como sea, hay que aplaudir a todas las madres que han pasado por ese momento de dar a luz a un hijo.
Realmente demuestran la fortaleza y el coraje que tienen las mujeres al pasar por esa situación.