Los limones son frutas muy utilizadas tanto en la gastronomía como en la medicina natural debido a sus poderosas propiedades.
Esto es así porque los limones contienen una gran cantidad de vitaminas y minerales como el fósforo y el magnesio.
Esa es una característica común de todos los cítricos. La diferencia es que los limones son más sencillos de cultivar.
Cultivar las propias plantas orgánicas en el hogar es una ventaja muy grande ya que nos evita los aditivos químicos.
En este artículo queremos enseñarte a cultivar tus propios limones en tu hogar de manera orgánica.
Continúa leyendo para aprender este increíble truco y ya nunca más tendrás que comprar limones en el mercado.
Cómo cultivar limones en el propio hogar de forma orgánica y sencilla
Los limones poseen una gran cantidad de beneficios para la salud y sus propiedades son mucho mejores si se los cultiva de forma orgánica ya que esto permite que sus beneficios permanezcan activos y con más poder.
Existen dos formas principales de cultivar limón en casa.
La primera consiste en comprar una planta pequeña de limones y comenzar a cuidarla hasta que crezca.
La segunda opción implica crear la planta desde una semilla.
A continuación te enseñaremos ambas opciones para que tú puedas elegir cuál es la que te resulta más favorable.
Cultivar limones desde una planta pequeña
Esta opción es más sencilla y requiere de menos trabajo.
- Lo primero que debes hacer es conseguir una planta pequeña y una maceta grande con agujeros en la zona inferior.
- Luego coloca la planta dentro de la maceta y rellena con piedras para mejorar la circulación del aire.
- Posteriormente termina de rellenar con tierra fértil.
- Para que el árbol crezca sano simplemente debes procurar que reciba alrededor de 8 o 9 horas de sol diarias.
- Además debes regar periódicamente pero con cuidado de no excederte con el agua.
Al cabo de unos 7 meses tus limones ya estarán listos para ser consumidos.
Cultivar limones desde la semilla
Este procedimiento es más difícil pero realmente vale la pena cultivar una planta desde sus inicios.
- Lo primero que debes hacer es colocar tierra en una maceta pequeña y humedecerla pero no de forma excesiva.
- Luego quita las semillas a un limón. Se recomienda que sea orgánico para evitar todo tipo de químicos.
- Planta la semilla inmediatamente en la maceta. La semilla todavía debe estar húmeda a la hora de plantar.
- Procura que la semilla quede hundida a una pulgada de profundidad.
- Rocía con agua en una botella de spray a la superficie que quedó por encima de la planta.
- Posteriormente cubre la maceta con un envoltorio de plástico transparente y sella los bordes con una banda de goma.
- Luego coloca la maceta en un lugar que reciba luz del sol durante todo el día. Si no tienes luz solar puedes utilizar luz artificial.
- Debes rociar periódicamente la maceta con cuidado de que la tierra permanezca húmeda pero sin excederte con el agua.
- Al cabo de dos semanas, comenzarás a notar que empieza a crecer un repollado.
- Deja que la planta continúe creciendo hasta que haya obtenido un tamaño considerable para ser trasplantada a una maceta más grande.
Ten cuidado que los insectos y las pestes no ataquen a tu planta.
El limón es un fruto que realmente tiene muchos beneficios para la salud del cuerpo humano.
Además de que se puede utilizar para dar más sabor a nuestras comidas o para beberlo con infusiones, el limón nos brinda excelentes dosis de vitamina C y sirve para alcalinizar nuestro cuerpo.
Asimismo, es excelente para tratar todo tipo de enfermedades respiratorias y digestivas.
Finalmente, el limón fortalece el sistema inmunológico de forma natural.